18 de junio de 2008

La selectividad


Selectividad

Esto lo publiqué hace exactamente dos años en este mismo blog......

...En estos días se están celebrando los exámenes de selectividad. En el día de ayer, en el examen de historia se preguntó por el sexenio revolucionario 1868-1874 y por la transición española. Entre las dos propuestas, los estudiantes debían elegir un tema a desarrollar.

En este año 2008 se celebran los 40 años del Mayo francés. Aquella fecha en que los estudiantes de la Sorbona se tiraron a la calle reivindicando la paz en el mundo y rompiendo los esquemas de autoritarismo y estrechez que asolaban el modelo de coexistencia pacífica y la expansión de la Guerra Fría. En sus enfrentamientos con la policía, los estudiantes usaban materiales urbanos. “Debajo de los adoquines, estaba el mar” venían a decir. Creían en la utopía, y pedían lo imposible.

Los estudiantes universitarios españoles, todavía deben dominar con soltura conclusiones de momentos históricos que han servido de ejemplo para no repetir la historia en el caso del sexenio revolucionario, o bien para congratularnos de aquel modelo de transición a la democracia que continuamos exportando al mundo.

Esto es bueno, pero a los estudiantes españoles también se les debería preguntar sobre aquél periodo de la historia que nos llevó a creer que debajo de los ladrillos no había corrupción; que las hipotecas fueron suaves en sus costes y que los salarios una vez terminada la carrera superaban los mil euros; que nuestros hijos tenían todos guarderías infantiles; que los abuelos pudieron disfrutar de sus pensiones y no ejercieron de pensión de sus nietos.

Pero sobre este periodo no podemos preguntarles, es un tiempo de la historia que aún queda pendiente. Porque nosotros, sus padres, aquellos del Mayo francés, esperanzados del futuro, estamos construyendo un modelo donde unos pocos se lo están quedando todo y a la mayoría les alcanza a lo más mínimo. Y si la solución es trabajar 65 horas como Europa nos propone, estamos propiciando que ellos, nuestros hijos, los estudiantes de hoy tengan que ser protagonistas, cuarenta años después, de un nuevo Mayo español.