Un Proyecto Compartido desde el PSOE de Jerez
La
proximidad del nuevo gobierno andaluz dirigido por Susana
Díaz tras la marcha de Griñán nos acercaría a una más que deseada
transformación del modelo de gestión pública que vendría propiciado por: una
mayor y mejor transparencia, por la proximidad con la ciudadanía, y en un
entorno de alianzas políticas basadas en el diálogo, en la confianza y en la
elaboración y gobierno conjunto de un modelo alternativo, más allá de la resistencia, al neoliberalismo corrupto, ladrón y
generador de mayores desigualdades.
Nuevo
proyecto basado en un modelo de cambio generacional, y en nuevas alianzas estratégicas que aspiran
a la estabilidad, pero un cambio, que requiere en todo caso de abrir el modelo
a la confianza ciudadana. Ello requiere de una actuación radical contra la
desafectación política, que nos lleva inexcusablemente a un cambio de paradigmas como ejes de la nueva acción
pública. El PSOE
de Andalucía comienza a dar los pasos para un cambio de etapa.
Sin
embargo, el
PSOE de Jerez, tras su breve paso por el gobierno de la ciudad y el
estrepitoso descalabro electoral de las últimas elecciones municipales, aunque
con un cambio generacional importante en su nueva dirección, mantiene su estructura y su oposición en unos parámetros
clásicos de equilibrios internos que les mantiene distraídos de esta nueva
realidad. En todo caso, su mera observancia o atención se transforma en puro desconcierto propios de
la buena voluntad y escasez de visión.
En
esta nueva etapa, los jerezanos y jerezanas tienen que ser el eje y el actor
principal del nuevo modelo. Especialmente
nuestra juventud. Porque no estamos ante una generación perdida.
Tampoco es una generación de tránsito. Es y mucho más que nunca la mejor
generación preparada de la historia de España. Por tanto, es una generación con
más conocimiento y con nuevos recursos y cuya aparente despreocupación
social responde al descrédito de la
política por su fractura con la nueva realidad.
Su situación
y su opinión es central. Profundizar en la democracia es hacer partícipe a la
ciudadanía en los centros de decisión de la nueva construcción social y
política. Su empoderamiento, alimenta su dignidad
ciudadana y les fortalece y nos fortalece como alternativa del nuevo cambio.
Para
ello se requiere un papel mediador del Partido; con menos poder partidista y
con más presencia ciudadana. Con el Partido pero con menos partido. Con los
ciudadanos pero con más ciudadano. Haciéndoles partícipes de las decisiones
propias, suyas y nuestras, desde su
realidad social y en nuestros ámbitos internos. Porque la utilidad de los
partidos políticos de izquierdas, en esta nueva etapa, sólo lo serán desde la confianza, desde la
participación ciudadana y desde la ejemplaridad de la nueva dirección
comprometida con su entorno natural.
La
ejemplaridad ciudadana como testimonio se impone ante una militancia
desconcertada que
se mantiene al abrigo de que las victorias internas resuelvan el destino de un
futuro expectante. Por ello, la construcción de Plataformas al amparo de la
búsqueda de solución para nuevos
problemas sociales y su extensión entre la ciudadanía es una muestra palpable
de la desconfianza en la política - (real politic versus policy network). Es decir,
de la política
como juego de poder a la política como construcción de justas realidades
sociales. Una construcción de redes, donde la política responde al
interés real de la ciudadanía, cobra impulso y son creíbles por la autenticidad
de sus métodos y por la ejemplaridad de sus dirigentes.
Por
eso, esta nueva etapa requiere situar la política en el
escenario del espacio público, donde cobra su propia naturaleza.
Interactuando con las personas sufridoras del desempleo, de los desatendidos
por los servicios públicos, de los usuarios de servicios sociales, de los
enfermos en listas de espera, de los estudiantes sin recursos, de los
emprendedores sin créditos, de los desahuciados por banqueros, en definitiva de
los que sienten cada día que la esperanza se amortiza cada vez que amanece.
Una
estrategia movilizadora partido-ciudadano en continuo
diálogo de construcción alternativa. Ganar juntos la calle para cambiar
juntos las instituciones. Pero no nos equivoquemos, juntos no significa “junto
con” sinónimo de acompañamiento y de intermediación exclusiva, sino “juntos
desde” como ciudadanos que vivimos en un mismo espacio
donde los problemas son compartidos pero sobre todo lo son vivenciados.
Por
eso, hoy desde nuestra izquierda democrática se hace cada vez más
imprescindible que esta nueva etapa responda a los criterios de un modelo de Proyecto Compartido. Socialismo es
Proyecto Compartido. Desde la autonomía partidaria, pero con un
diálogo constante con los actores que conforman el descontento y la ruptura de
la confianza en nuestros dirigentes. Con nuevas fórmulas superadoras del binomio ciudadanía-versus
militancia.
Ello
requiere impulsar un movimiento regenerador de nuevas esperanzas
desde la construcción diaria que pretenda: dialogar-ocupar-espacios-encuentro….constructor de
nuevas alternativas…..No podemos sostener como respuesta haber
ejecutado tan sólo un cambo generacional que vive entre una experiencia de
fracaso anterior y el desconcierto de un
presente irredento con una élite local mediatizada por la opinión
publicada de medios adversos.
La
construcción social de los problemas hay que definirlos e incorporarlos, junto
con los afectados, a nuestra agenda política, analizando con ellos la
definición de los problemas, reflexionando en torno a
¿cómo nos ven?, e incorporando en
nuestros métodos los elementos de cambio que alimenten el proceso en la
dirección de la etapa en que estamos.
Estamos Obligados por tanto a construir un
nuevo horizonte electoral en la ciudad de Jerez y eso requiere de elementos
sólidos para esta nueva etapa. En definitiva una nueva
etapa que nos ejemplariza como ciudadanos y nos vertebra como esperanza y como
alternativa.
Manolo
Montero – Agosto 2013