27 de agosto de 2017

EN HOMENAJE A JOSÉ QUINTÍN MORENO



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Bulerías para el Estatuto


*          Con el referéndum del 28 F y la posterior ratificación del Estatuto de Autonomía de 1981 los andaluces nos situamos en igualdad competencial con las denominadas  “comunidades históricas”. Con éste  nuevo Estatuto, recién aprobado por el pueblo andaluz el pasado 18-F, volvemos a revitalizar nuestra norma, la adaptamos a la nueva realidad  y participamos con vital protagonismo en la función armonizadora del estado español.

La oportuna propuesta de Chaves para la reforma del Estatuto tuvo la virtud de adelantarse al proceso de modificaciones estatutarias de Cataluña y pais Vasco. De nuevo Andalucía. Sin Andalucía es imposible entender la configuración del Estado Español. Y es el Estatuto Andaluz quien sigue marcando la pauta de la simetría en la armonización convivencial de los pueblos del Estado español.

Quienes acudieron al acto organizado por el Psoe en Jerez con motivo del cierre de campaña del Referendum para la reforma del Estatuto de Andalucía pudieron presenciar la interpretación del himno andaluz en versión aflamencada de José Quintín Moreno. Guitarra en mano, sólo y a compás de bulería, Moreno cantó el Himno de Andalucía desde Jerez con la inconveniencia que exige el compás al tener que ajustar el ritmo y la melodía con el estribillo. Quintín Moreno ajustó con gran acierto. Como siempre el flamenco, cuando viene del pueblo, suele acertar. Para ello, extendió al final la letra del himno: “…Sea por Andalucía libre, España, España, España y la humanidad.” El grito “cantao” de tres veces España resume y sintetiza uno de los valores del nuevo Estatuto de Andalucía: armoniza la convivencia y eleva el techo competencial de los pueblos de España.

El propio Himno de Andalucía desarbola la posición conservadora del Estado perfecto defendido por el PP. Porque la perfección no existe. En todo caso, la perfección no es realizable en un Estado anclado. Más bien existe la adaptación de las normas jurídicas al ámbito de las necesidades ciudadanas, y en el caso que nos ocupa a la norma convivencial de los distintos territorios en el Estado Español. Existe por tanto la necesidad de conformar nuevos derechos ante nuevas situaciones de pobreza, de marginalidad, de exclusión, de deterioro ambiental que el liberalismo, como adelanta Jacques Chiracs en sus memorias, viene produciendo en el mundo. Y eso escuece.

El nuevo Estatuto promovido y aprobado por Psoe e IU en el Parlamento Andaluz, aprobado por las Cortes Españolas con el apoyo de todos los partidos, incluidos el PP., y refrendado por los andaluces el pasado día 18, debiera por tanto desactivar la posición hostil de este partido hacia el Estatuto Catalán, así como los reproches a los impulsores de la reforma en Andalucía. De lo contrario la posición política adoptada por el PP apoyando la reforma, podría traducirse por engaño para todos los andaluces ¿Se imaginan al PP impugnando el Estatuto de Andalucía? ¿Como entender entonces que normas idénticas queden recurridas por el PP ante el Tribunal Constitucional para Cataluña y sin embargo resulten apoyadas por el mismo partido en Andalucía?



*              La baja  participación en el referéndum no avala ni ampara posición política alguna.  Ni a todos los que defendieron la reforma ni al que vino oponiéndose a ella. Y mucho menos puede ser utilizado como argucia por el PP  para dirigir afrentas a terceros. Es un elemento más para dar la cara ante los suyos y exigir explicaciones o afrontar posicionamientos políticos entre los suyos: su electorado y su militancia. Esa baja participación en Andalucía debe y puede ser achacada, también entre otras causas, a la confusión, al  doble juego y la ambigüedad en la estrategia del PP con el modelo de Estado.

Porque decir sí es asumir, por igual, tanto los beneficios estatutarios, como, tras los resultados electorales del referéndum, las consecuencias derivadas por la atonía ciudadana con los políticos. Y esto afecta a todos. A todos los ciudadanos y sobre todo a los dirigentes de todos los partidos. También a los dirigentes del PP.

En su viaje reiterado al centro, el PP no tiene trayecto recorrido. Su viaje al centro sigue siempre orientado en dirección yuxtapuesta: a estribor, siempre a estribor. Y si otea horizonte alguno se orienta hacia el mismo sitio. Hacia el centro del Estado.

Hoy, de todas las maneras, los ciudadanos andaluces tenemos blindado nuestra norma principal.  La que nos configura como realidad nacional y la que mejora y amplia nuestros derechos ciudadanos ante España y ante el mundo. Porque la legitimidad del Estatuto no tiene discusión alguna. Y los andaluces sí lo tenemos claro: Un Estatuto nuevo con el  87,45  % de votos favorables nos augura un futuro mejor y nos deja blindados los derechos y competencias ante ambigüedades inciertas.

“…Sea por Andalucía libre, España España, España y la Humanidad”,  como cantó  bien “cantao”  Jose Quintín Moreno.


                                                                       Fdo. Manolo Montero

                                                                       20 Febrero 2007