Bulerías para el
Estatuto
* Con el referéndum del 28 F y la posterior ratificación del
Estatuto de Autonomía de 1981 los andaluces nos situamos en igualdad
competencial con las denominadas “comunidades
históricas”. Con éste nuevo Estatuto,
recién aprobado por el pueblo andaluz el pasado 18-F, volvemos a revitalizar
nuestra norma, la adaptamos a la nueva realidad
y participamos con vital protagonismo en la función armonizadora del
estado español.
La oportuna propuesta de Chaves para
la reforma del Estatuto tuvo la virtud de adelantarse al proceso de
modificaciones estatutarias de Cataluña y pais Vasco. De nuevo Andalucía. Sin
Andalucía es imposible entender la configuración del Estado Español. Y es el
Estatuto Andaluz quien sigue marcando la pauta de la simetría en la
armonización convivencial de los pueblos del Estado español.
Quienes acudieron al acto
organizado por el Psoe en Jerez con motivo del cierre de campaña del Referendum
para la reforma del Estatuto de Andalucía pudieron presenciar la interpretación
del himno andaluz en versión aflamencada de José Quintín Moreno. Guitarra en
mano, sólo y a compás de bulería, Moreno cantó el Himno de Andalucía desde
Jerez con la inconveniencia que exige el compás al tener que ajustar el ritmo y
la melodía con el estribillo. Quintín Moreno ajustó con gran acierto. Como
siempre el flamenco, cuando viene del pueblo, suele acertar. Para ello,
extendió al final la letra del himno: “…Sea por Andalucía libre, España,
España, España y la humanidad.” El grito “cantao” de tres veces España resume y
sintetiza uno de los valores del nuevo Estatuto de Andalucía: armoniza la
convivencia y eleva el techo competencial de los pueblos de España.
El propio Himno de Andalucía
desarbola la posición conservadora del Estado perfecto defendido por el PP. Porque
la perfección no existe. En todo caso, la perfección no es realizable en un
Estado anclado. Más bien existe la adaptación de las normas jurídicas al ámbito
de las necesidades ciudadanas, y en el caso que nos ocupa a la norma convivencial
de los distintos territorios en el Estado Español. Existe por tanto la
necesidad de conformar nuevos derechos ante nuevas situaciones de pobreza, de marginalidad,
de exclusión, de deterioro ambiental que el liberalismo, como adelanta Jacques
Chiracs en sus memorias, viene produciendo en el mundo. Y eso escuece.
El nuevo Estatuto promovido y
aprobado por Psoe e IU en el Parlamento Andaluz, aprobado por las Cortes
Españolas con el apoyo de todos los partidos, incluidos el PP., y refrendado
por los andaluces el pasado día 18, debiera por tanto desactivar la posición
hostil de este partido hacia el Estatuto Catalán, así como los reproches a los
impulsores de la reforma en Andalucía. De lo contrario la posición política
adoptada por el PP apoyando la reforma, podría traducirse por engaño para todos
los andaluces ¿Se imaginan al PP impugnando el Estatuto de Andalucía? ¿Como
entender entonces que normas idénticas queden recurridas por el PP ante el
Tribunal Constitucional para Cataluña y sin embargo resulten apoyadas por el
mismo partido en Andalucía?
* La baja participación en el referéndum no avala ni
ampara posición política alguna. Ni a
todos los que defendieron la reforma ni al que vino oponiéndose a ella. Y mucho
menos puede ser utilizado como argucia por el PP para dirigir afrentas a terceros. Es un
elemento más para dar la cara ante los suyos y exigir explicaciones o afrontar
posicionamientos políticos entre los suyos: su electorado y su militancia. Esa
baja participación en Andalucía debe y puede ser achacada, también entre otras
causas, a la confusión, al doble juego y
la ambigüedad en la estrategia del PP con el modelo de Estado.
Porque decir sí es asumir, por
igual, tanto los beneficios estatutarios, como, tras los resultados electorales
del referéndum, las consecuencias derivadas por la atonía ciudadana con los
políticos. Y esto afecta a todos. A todos los ciudadanos y sobre todo a los
dirigentes de todos los partidos. También a los dirigentes del PP.
En su viaje reiterado al centro, el
PP no tiene trayecto recorrido. Su viaje al centro sigue siempre orientado en
dirección yuxtapuesta: a estribor, siempre a estribor. Y si otea horizonte
alguno se orienta hacia el mismo sitio. Hacia el centro del Estado.
Hoy, de todas las maneras, los
ciudadanos andaluces tenemos blindado nuestra norma principal. La que nos configura como realidad nacional y
la que mejora y amplia nuestros derechos ciudadanos ante España y ante el
mundo. Porque la legitimidad del Estatuto no tiene discusión alguna. Y los
andaluces sí lo tenemos claro: Un Estatuto nuevo con el 87,45 %
de votos favorables nos augura un futuro mejor y nos deja blindados los
derechos y competencias ante ambigüedades inciertas.
“…Sea por Andalucía libre, España
España, España y la Humanidad”, como
cantó bien “cantao” Jose Quintín Moreno.
Fdo.
Manolo Montero
20
Febrero 2007