Declaración
de intenciones
Abro los ojos y
limpio la mirada
en el agua del
tiempo.
Con cada amanecer
mis pasos
me llevan de
regreso
a un campo
solitario donde crecen
todas las
emociones.
Allí sembré mis
sueños
y hoy afloran semillas
de un fruto
que guardaba mi esperanza.
Luego cambié la
siembra muchas veces.
Gané
y perdí.
Y si hoy escribo es sólo
para abrirle camino entre los surcos
a
palabras que dejen
una
fragancia fresca y sepan a oro viejo.