Paul Klee ("Arbustos en la primavera" (1925)
La prensa viene hoy sobrecargada y entre tanta soflama, promesas sin salida pueblan sus titulares.
¡La desmesura clama entre renglones!
Disfrazadas de seda, palabras hilvanadas suavizan el engaño y abrillantan su frente con el sudor ajeno
– acentos son puñales y dardos las comillas – mientras que los voceros, aspiran el veneno que emiten sus aullidos,
camuflados de astucia entre monos azules.
¡Es
tanto el disparate!
Entre tantas injurias y delirios, aquí no existe más que un tiempo estrecho que extrema su presencia
y exalta la bravura de un viento de levante en justicia enarbolado. La suerte de ese toro es campo abierto
y no responde a toques de
clarines ni timbales. Cualquier cambio de tercio revoca como el eco en la
memoria.
En ese
campo abierto de hermosas alamedas, abril es Portugal y España es Viernes Santo.
Allí
fueron ofrendas de claveles; aquí, semillas fueron de geranios.
La esperanza no defrauda en primavera.
Paolo de Matheis (siglo XVII) "Alegoría de la esperanza"