DESDE EL CORONAZÓN
“El abrazo”, de Juan Genovés
VI - Elogio de la virtud
“Un valor de
conjunto”
Se rescató a la banca. Diez años soportamos su
calvario y aún no se han cerrado las heridas de aquél austericidio. (Sesenta y
seis mil millones pagamos de rescate). Y aún se nos resisten para arrimar el
hombro y superar la crisis sanitaria, de un virus asesino, donde juegan la vida
y las personas antes que las finanzas.
Estamos de emergencia sanitaria y no arriman el hombro, cuando se trata
del “todos nosotros”. Del recurso a lo colectivo. El ser gregario. La tribu. La sanidad
pública.
Lleva razón Pepe Mujica cuando les dice: Nosotros somos vdes., pero vdes.
no sois “nosotros”. Ese “valor de lo conjunto” como virtud proclamada
en los partes de novedades del General Jefe de Estado Mayor de la Defensa,
Miguel Villarroya.
En ese "siempre
todos”, o “por todos nosotros", está la alternativa de la "ayuda
mutua”. La misma que todos reclamamos a Europa: la “derrota del
individualismo”, de la diferencia de estamentos sociales. Del estado de
emergencia al Estado de Cooperación. Y como
nos dice también el director operativo adjunto de la Policía Nacional, José
Ángel González: “No vamos a retroceder”.
Porque hoy están las calles más vacías. La soledad del
virus ya más cerca. Taxímetros en blanco reparten mascarillas; la carrera va
por cuenta de la casa. El amor y el dolor viajan juntos.
Los centros comerciales más tranquilos. Codo con codo.
Personas sanitarias que hablan con los ojos, que guiñan con los ojos, que besan
con los ojos. Que curan con su vida “por todos nosotros”.
Hoy, vivirse confinado es tocar la esperanza
eternamente. Todo un mañana en adelanto. Después de la tormenta llueve luz; ya
se siente. Y la espera soporta su retraso. Sin discriminación alguna, tratando
los minutos sin desdén, forjando en nuestras casas ese propio “valor de lo
conjunto”.