DESDE EL CORONAZÓN
V - Un escenario sagrado
(En el día Internacional del Teatro)
“Gallos de vidrio cantaban
Por Jerez de la Frontera”
F.G.
Lorca
Los
héroes sin capa se resisten a ser abandonados en este nuevo frente que da vida
a la vida.
Una
Marea Blanca detrás de una pancarta ponía voz en grito con un solo pulmón: “Sólo
nos veréis de rodillas para atender a un paciente”. En este primer frente
sanitario, hoy se juegan la vida los que ayer se vieron perseguidos por haber
defendido con ahínco que NO desmantelaran nuestro Sistema Público de Salud.
Hoy, la
calle está desierta. Casas abandonadas. Mirlos en el asfalto. Los ciervos que
se acercan por la acera. Los osos merodean por las calles. Nosotros hibernamos.La vida
más salvaje se incorpora a la ciudad vacía. No somos una isla.
Se abre
el telón y luce un escenario tenebroso por un Planeta triste y transformado por
la mano invisible de un hombre interventor intervenido: Un viejo santuario.
Los carros
de la compra de lleno bendecidos. Cajeras que saludan, hablando con los ojos. Manos
entristecidas cubiertas por un guante. Balcones como almenas defienden las
mazmorras. Amigos policías. Aplausos en el aire. Ejército paisano. Y un pobre
voluntario que camina perdido entre las sombras, “Guardia civil caminera - de
médicos guardianes - lo llevó codo con codo”.
Medio en broma, venimos a decir que “Los malos momentos son
buenos para el teatro”.
Ahora, "...necesitamos reponer
nuestra fuerza espiritual. Luchar contra la apatía, el letargo, el pesimismo, la
avaricia y el desprecio por el mundo en que vivimos, por el planeta en el que
vivimos.
Hacer avanzar a la humanidad, ayudarla a levantarse antes de que caiga
en un abismo.
Convertir el escenario
en un templo, el espacio de actuación, en algo sagrado. Hacer teatro puede ser
un acto sagrado y los actores pueden convertirse en los avatares de los roles
que desempeñan". (1)
Hoy, Todos juntos, en un solo Avatar, Quedémonos en Casa.
(1)
Extracto del mensaje del Día Mundial del Teatro escrito este año por el
galardonado dramaturgo pakistaní Shahid Nadeem: El Teatro como Santuario.